Fiesta en San Cosme y San Damián
¿De qué nos reimos? No se sabe. Si supiéramos algo, seríamos sabios. Pero no lo somos. Sólo esperamos pasar el rato, domir al reloj, acertar a hacer algo que no sea lo mismo de siempre (de sieempre, de sieeeeempre, de sieeeeeeeeeempre). En una palabra: engañarnos (y que ojalá se note). Pero el engaño no es tan bobo o tan irreal como pueda pensarse. El engaño, como todo lo que vale la pena, es lo único verdadero, esencial. ¿Quién lo sabe?, ¿quién puede saberlo? Qué más da. ¿Alguien lo sabe?, ¿alguien puede saberlo? Pues eso. Somos nosotros, pobres, borrachos, hartos de lo estúpido que puede ser el mundo (y la vida) pero sabedores de que nada importa nada porque todo es relativo. Incluso insignificante....
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