martes, junio 13, 2006

Taberna de Conspiradores. Moratín



















Un artista canario, vagabundo, buscándose la vida en Madrid, pinta los billetes de metro con un palillo y no sé qué utiliza de tinta. ¡El tío se lo curra! Y demuestra que España sigue siendo un país intolerante e incivil, enemigo de las musas (y de sus poetas), lleno de moscas, curas y guardia civiles...