Nota para Wilfrid
Oh, sir W, ya sabe que me gusta leer por encima la crítica de televisión de los diarios de papel, otro vicio. Para mi gusto, vengo creyendo que el crítico de televisión en prensa debería mezclar, como en un cóctel artesano, conocimientos elegidos de educación general básica, una toma de partido ideológica para enganchar a su (e)lectorado y algunas gotitas de cinismo, que también pueden convertirse en un chorretón de vituperios y reproches en algunas ocasiones como un buen margarita. Todo ello, naturalmente, ya sabe querido W, debe apuntarse en letra menuda y con pluma ligera, preferiblemente en servilletas de papel, para ser servido, consumido y reciclado como marca la ley del mejor periodismo, anclado enseguida al perdurable olvido. Un modelo que tal vez podría estar inspirado en Jeffrey Bernard. El periodista Enric González (en la imagen, de sport) que, como sabe, cumple con los requisitos de sobra -por cierto, a ver si se acuerda de devolverme "Historias de Londres" una de estas vidas, que es de los que tengo en la lista negra de mi biblioteca peregrina- libra hoy en su columna su particular batalla contra los ídola fori, travestidos de ídola theatri. Que tenga un buen día, yo voy a visitar a mis difuntos...
Etiquetas: ¿críticos o cítricos?
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