jueves, marzo 05, 2009

El automóvil y su sombra

El último runrún en la prensa cotidiana es el declive industrial del automóvil. Símbolo de la (falsa) libertad que han predicado con descaro las democracias representativas desde que Ford divulgara el invento. Autonomía y triunfo social se daban la mano como factores simbólicos. El coche no era el medio de transporte más útil y racional tanto como la llave del ascenso social. En este sentido, en la España enladrillada el Porche Cayenne ha sido el trofeo más codiciado por especuladores, promotores inmobiliarios o simples arribistas. Como el Audi ha sido el trofeo favorito de políticos, banqueros y empresarios triunfitos.

Unas palabras del escritor-observador Josep Pla, hacia 1960, nos dan más pistas sobre este fenómeno social, cómo fue fraguando: "En los últimos cuatro o cinco años de estabilización (1962) hemos asistido a la difusión a gran escala del automóvil en esta tierra. Cuando determinada persona se compró un pequeño Renault, pudimos constatar las correspondiente convenciones. Cuando al cabo de cierto tiempo esta persona se compró un Fiat del país, tuvo muchas más. La manera de pensar ha dependido siempre -en todas partes- del coche propio. En la época de los caballos pasaba lo mismo." ("Notas para Sílvia, Espasa, en traduccción de Xavier Pericay)

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4 Comenta:

Blogger Comandante F. dijo...

"El automóvil, que Lecorbusier saludó como un signo de progreso esperanzador, y al que no quitamos las ventajas que nos ha proporcionado al ensanchar la libertad del hombre, lo estamos también convirtiendo sin querer en un símbolo de la época capitalista. Y que conste que yo defiendo, como liberal que soy, el capitalismo, por que desconfío de otra cosa que lo sustituya. Pero con el capitalismo me pasa como con el automóvil, que lo juzgo necesario pero no suficiente. Lo mismo que a la libre empresa debe acompañar la empresa comunal o socializada, al automóvil debe acompañar el transporte colectivo, y ambos, capitalismo y automóvil, deben atarse en corto para que no se extralimiten."
Fragmento de "La destrucción del legado urbanístico español"
Fernando Chueca Goitia
Espasa-Calpe, Madrid 1977
a propósito www.rehabilitacion.farfanestella.es/?p=686

8:38 p. m.

 
Blogger Unknown dijo...

Buena cita. Y me pregunto: ¿dónde están los díscipulos chueca goitia, los de luis díez del corral, los de carmen bravo villasante?

¿por qué tenemos que soportar que la derecha liberal se haya convertido en las consignas y soflamas que lanzan unos cabecillas desde la radio de los obispos?

cuando liberales y la jerarquía de la iglesia en la historia de España siempre han sido adversarios cordiales, pero antitéticos, en trincheras ideológicas enfrentadas: unos evolucionistas, otros creacionistas; unos con una moral privada laxa, otros rigoristas; unos con un sentido de la vida terrenal, los otros, celestial.

nos toman por tontos???

4:04 p. m.

 
Blogger cabeçao dijo...

Por putos, querido, por putos nos toman. Muy bueno el tito Chueca. Nunca supe yo de que palo iba.
Por mi parte sigo sin tener coche porque no me sale de los cojones.
Metafórico que me he levantado.
Disfruten los Idus

7:15 p. m.

 
Blogger Unknown dijo...

Pues muy bien que haces, aunque nadie te lo agradecerá lo suficiente. Ese pequeño detalle te convierte en antisistema a los ojos de los bienpensantes, que son mayoría.

Tienen un hatajo de hijos e hijas que son gilipollas perdidos. Gilipollas sin solución. Nuestra famosa generación, de la que tan orgullosos se iban a sentir nuestros padres. Nos toman por uno de ellos (o ellas), qué duda cabe.

12:12 a. m.

 

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