martes, noviembre 13, 2007

Valoraciones y sombras


Un joven compañero fue asesinado por un soldado que iba manifestarse con un machete en la chupa. Para los medios de comunicación de masas es una trifulca entre bandas, un riña que acaba en sangre. Para la Delegada del Gobierno en Madrid no es un acto racista porque ambos eran españoles, sino de cariz ideológico. Para el Ministro del Interior es una fatalidad algo irritante porque el derecho a manifestarse parece que está por encima, en este caso concreto, de los mensajes de odio que se sabía que se iban a fomentar en dicha manifestación. Para la Presidenta de la Comunidad de Madrid (y su vicepresidente primero y presidente del Canal de Isabel II) no sabemos, ya que según la misma prensa de masas están ambos de viaje de placer en Miami, en la soleada Florida. Para los organizadores de la manifestación racista, Democracia Nacional, ha sido un incidente del que no se sienten responsables, ya que por no saber, no saben ni si el soldado iba a su manifestación, y añaden que tienen dudas sobre esto último. Pero, ¿dónde iba a ir alguien que va en el metro aquella mañana, en aquella horquilla horaria, con un machete en la chupa y su ropita paramilitar... cuando hay manifa anti-inmigrantes allí cerca? Y para colmo Rubalcaba nos recuerda que el crimen fue en el metro y no en la mani.

Pero cualquiera sabe que en el metro de Madrid se graba todo. Vagones, pasillos, entradas y salidas. ¿Se harán públicas las imágenes de la agresión? Porque hay un muerto y siete heridos, tres graves. Y un machete.