sábado, enero 31, 2009

3 comentarios de lectores de Público a una noticia on-line

Rajoy: "Educación para la Ciudadanía sencillamente hay que suprimirla"



EpC y la hipocresía popular

Cuando se habla de Educación para la Ciudadanía lo que no se cuenta nunca es de dónde viene. El punto de partida más próximo se remonta a los días 10 y 11 de octubre de 1997, cuando se celebró en Estrasburgo la Segunda Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Consejo de Europa (que, como se sabe, es una organización intergubernamental que agrupa a 47 países europeos). En ella, todos los ministros miembros manifestaron su voluntad de desarrollar lo que llamaron “Educación para la Ciudadanía Democrática”. En esos días la Ministra de Educación era Dña. ESPERANZA AGUIRRE, y el Gobierno lo presidía D. JOSE MARIA AZNAR. En Bucarest, en 1999, el Comité de Ministros adoptó la Declaración y el programa sobre la Educación para la Ciudadanía Democrática. Y en Cracovia, en el año 2000, en la vigésima Sesión de la Conferencia Permanente de los ministros Europeos de Educación, se aprobaron los resultados y las conclusiones del Proyecto de Educación para la Ciudadanía Democrática, expresando todos los Ministros el deseo de que el Comité elaborara una “Recomendación” basada en sus conclusiones. En ese año el Ministro de Educación era D. MARIANO RAJOY y D. JOSE MARIA AZNAR seguía presidiendo el Gobierno. En octubre de 2002, el Comité de Ministros de los Estados Miembros adoptó la muy importante Recomendación (2002)12 relativa a la Educación para la Ciudadanía Democrática. Este documento, que establece los principios, contenidos y metodologías de la nueva materia, se firmó por todos los Miembros, siendo Presidente del Gobierno D. JOSE MARIA AZNAR y Ministra de Educación Dña. PILAR DEL CASTILLO.

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De todo este proceso se pueden extraer algunas conclusiones bastante evidentes (y objetivas). La primera, que ha sido un proceso razonablemente prudente: doce años (1997/2009) en el que, que en el caso de España, han intervenido dos presidentes de Gobierno (D. José María Aznar y D. José Luis Rodríguez Zapatero) y cuatro ministras y un ministro de Educación (Dña. Esperanza Aguirre; D. Mariano Rajoy; Dña. Pilar del Castillo; Dña. María Jesús San Segundo; y Dña. Mercedes Cabrera). La segunda: el proceso ni ha sido peculiar ni ha sido distinto en España, sino que forma parte de un proyecto europeo en el que están interesados y al que se han ido sumando todos los países del continente (o están en ello). Una tercera conclusión es que la Ley Orgánica de Educación (L.O.E.) en vigor actualmente da cumplimiento a la Recomendación (2002)12 del Consejo de Europa y, por ello mismo, al compromiso firmado por el Estado Español (y asumido por los dos Jefes de Gobierno, Aznar y Zapatero que han intervenido en él). Por mucho que se empeñen, enseñar a nuestros jóvenes los valores de la Declaración Universal de Derechos Humanos; enseñarles el valor del respeto a la dignidad de todos los seres humanos, de la tolerancia positiva, de la no discriminación, del diálogo, de la libertad de conciencia, de la pluralidad y otros tantos valores similares; enseñarles todo eso no sólo no es malo, sino que es bueno para los propios jóvenes y para las sociedades en las que vivirán.

Atlántida

Las semillas de Charlie ya las estamos recogiendo: la educación masonófila y socialista lleva dando unos buenos frutos increíbles: convirtieron a millares de campesinos y obreros en asesinos y torturadores, ha originado infinidad de terroristas en todo el mundo, 1.000 millones de no nacidos abortados salvajemente, miles de familias desechas, hombres y mujeres que se suicidan por la depresión; jóvenes que destrozan sus vidas por las drogas gracias a ministros socialistas que legalizaron el tema para parecer muy "progres". Familias cuyos miembros se odian y se seguirán odiando gracias a ideologías tan nocivas como la de género que estimula el odio al padre y separa a los hijos de los padres. Crean gran cantidad de obsesos sexuales y abuelos de 30 años hastiados del sexo que se les enseño en los institutos públicos, mientras los hijos de los prebostes socialistas estudiaban en colegios privados y elitistas. Esta es la semilla que nos traen y que quieren seguir incubando.

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1 Comenta:

Blogger Burne von der Quelle dijo...

¿Pero cómo podría declararse inconstitucional una asignatura que consiste precisamente en enseñar la Constitución y los Derechos Humanos? Como no sea porque pone en cuestión la Teocracia...

8:02 p. m.

 

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