viernes, junio 19, 2009

Nunca segundas partes fueron...

NUNCA segundas partes fueron, Rosa.
Y sin embargo, Rosa, lo que pasa
es que no hay segundas ni primeras.
Pregunta al corazón. Di que te dice.
¿No es acaso la sangre y el latido
la medida del tiempo? El Tiempo, Rosa,
que tú ignoras, tan bella, que te sigue,
como un perro tenaz, que sólo espanta
tu aroma difundido. Y es bastante.


Cantos a Rosa, José Antonio Múñoz Rojas, Pre-Textos

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