Nunca segundas partes fueron...
NUNCA segundas partes fueron, Rosa.
Y sin embargo, Rosa, lo que pasa
es que no hay segundas ni primeras.
Pregunta al corazón. Di que te dice.
¿No es acaso la sangre y el latido
la medida del tiempo? El Tiempo, Rosa,
que tú ignoras, tan bella, que te sigue,
como un perro tenaz, que sólo espanta
tu aroma difundido. Y es bastante.
Cantos a Rosa, José Antonio Múñoz Rojas, Pre-Textos
Etiquetas: cantos a Rosa, poesía
0 Comenta:
Publicar un comentario
<< Home