Ley de plazos. Se aplaza
Leyendo estos días, von der Quelle, la correspondencia entre Rainer María Rilke, Borís Pasternak y Marina Tsvietáieva me fijé en las amargas quejas que esta última realiza. Como en aquel momento histórico (Pasternak sufría la censura stalinista mientras que ella vivía exiliada en París), se lamentaba de su oposición a la política revolucionaria de los soviéts tanto como a la derecha parlamentaria, que no ama la cultura. Ni siquiera el refugio de una socialdemocracia inexistente podía paliar su soledad. Y es inevitable pensar en nuestra propia posición política en este damero maldito en que nos vamos encontrando, con la pinza del bipartidismo repetida en los poderes más representativos del Estado.
Leo la noticia de que la ley del aborto ha estancado en el Consejo General del Poder Judicial: "La nueva ley del aborto, bloqueada en el CGPJ" (Estrella Digital). Y la interpreto como una tregua. Ya que estos días, cuando pensaba en la resolución del dictamen del gobierno de los jueces, venía a recordar sin saber porqué uno de los acerados aforismos del "Juan de Mairena" referidos a la política de su tiempo, el de la IIª República española, cuando aparecieron publicados en "El Sol" de Madrid por cortesía de José Ortega y Gasset: "En España -no lo olvidemos- la acción política de tendencia progresiva suele ser más débil, porque carece de originalidad; es puro mimetismo que no pasa de simple excitante de la reacción. Se diría que sólo el resorte reaccionario funciona en nuestra máquina social con alguna precisión y energía. Los políticos que pretenden gobernar hacia el porvenir deben tener en cuenta la reacción de fondo que sigue en España a todo avance de superficie. Nuestros políticos llamados de izquierda, un tanto frívolos -digámoslo de pasada-, rara vez calculan, cuando disparan sus fusiles de retórica futurista, el retroceso de las culatas, que suele ser, aunque parezca extraño, más violento que el tiro". (págs. 50-51)
Etiquetas: aborto, política y jueces
2 Comenta:
La izquierda en España no se cree a sí misma. A la derecha siempre le interesará una política pronatalista entre las clases populares: mayor mano de obra = menores salarios.
1:43 p. m.
Es evidente. Carne para la trituradora. La izquierda española, como tantas veces hemos dicho, no es izquierda. Y lo sabemos no por teoría, sino en la práctica. Los comunistas (IU) son socialdemócratas a las española, mientras que los socialistas son centro-derecha. El mercado laboral es siniestro. Por eso el que/la que puede, quiere hacerse funcionario.
Por cierto, siempre me pregunto porqué cuando se habla de reforma laboral, jamás se habla de las subcontratas. Esa forma moderna de esclavitud. El que abrió la puerta grande a las subcontratas fueron los últimos gobiernos de Felipe González, ese prohombre de la derecha de siempre travestido, con aquel decreto ley que autorizaba las ETT's. Una forma de subcontrata, o sea, de esclavismo.
Qué asco de país. No me canso de repetirlo.
1:06 p. m.
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