Encrucijada. O revisamos lo hecho o así no podemos seguir

Estas semanas vemos distintos movimientos de reacción en la sociedad española que pretenden mantener el status quo de la Transición. Un partido de extrema derecha y una asociación simpatizante con sus ideas tratan de enjuiciar a un juez. Los medios de formación de masas (periódicos, teles, radios) llevan meses deslegitimando a quienes han propuesto otra lectura de la represión franquista. Su deslegitimación blanda, ahora se apoya en distintas querellas judiciales y castigos públicos para hacer un escarmiento ejemplar. La misma oligarquía que se puso al frente de la Transición lanza a sus cachorros a defender los derechos de autor, criminalizando el copyleft y el software libre que tanto trabajo nos está costando aprender. Forman parte del mismo movimiento de reacción generalizada frente a una acción que se propone cuestionar los cimientos de nuestra débil democracia. En realidad, una oligocracia de partidos -ya sólo quedan dos que puedan gobernar- tutelada por los medios de formación de masas.

Los cachorros se juegan sus garbanzos porque quieren seguir mandando en el tinglado por encima de los muertos y manteniendo esta absurda jerarquía que nos ha convertido en un país de nuevos ricos, de corruptos y de oportunidades sólo para las mismas y ellos, que casi nunca son los mejores, sino simplemente los privilegiados.