Vetos

Sin embargo, en el país estos años ser tertuliano o columnista, dedicarse afanosamente a la todología, era un título socialmente mayor que ser profesor o catedrático. De ahí que tantos enseñantes vanidosos hayan confundido el plató de la opinión pública con su segundo o tercer salario. Esta burla se produce todos los días y a todas horas... mientras la indignación no deja de crecer.
Un nuevo contrato social implicaría muchos cambios en las vidas personales de miles y miles. Un giro ético que empieza por reconocer errores propios.
Etiquetas: política, tertulianos
0 Comenta:
Publicar un comentario
<< Home