sábado, septiembre 26, 2009

¿Hecho a sí mismo?

El periodista Espada elogia la labor de Herralde como editor de Anagrama. Y para que el piropo no resuene demasiado estridente en el medio en que escribe, amigo vor der Quelle, se ve en la obligación de contraponerlo a la figura del editor Lara. Lo interesante del comentario es que subraya la leyenda de hombre-hecho-a-sí-mismo, self-made man, del andaluz universal. Es uno de los tópicos del liberalismo cultural ambiente que transmiten incansablemente los comentaristas académicos y sus corifeos: el hombre solo y arrojado que con escasos medios, capacidad de trabajo y determinación guía las grandes empresas de la humanidad. El timonel. (Palinuro, por emplear el ejemplo canónico de Cyril Connolly, un heredero de la cultura greco-latina que optó por posicionarse fuera de la modernidad, aunque, ay, no pudiera obviarla: cómo dar de lado a Dante, Montaigne, Pascal, Góngora, La Bruyêre, Joubert, La Rochefoucauld, madame de Sévigné.) Es la base sobre la que se apoyan cuando hablan de liderazgo.

Sin embargo, la historia de la editorial Planeta -la quinta o sexta del mundo en facturación-, no es la historia feliz de un hombre (y su familia). Por lo poco que yo sé, poco lejos hubiera llegado Lara sin sus conjurados: de Manuel Lombardero, el caballero en la sombra e inventor de la venta por fascículos, que consolidó los números de la empresa en la España del segundo desarrollismo de la década de los 70... hasta los asesores literarios, los profesores José María Valverde, Carlos Pujol, Martí de Riquer. O el adversario ideológico, y gran cabeza de las colecciones de historia y novela, el republicano barcelonés Rafael Borràs Betriu. Sin ellos y sin autores de la talla y generosidad de Manuel Vázquez Montalbán, Juan Marsé, Terenci Moix, Antonio Gala, Fernando Vizcaíno Casas, Rosa Montero, Jesús Fernández Santos, Mercedes Salisachs, Jesús Torbado, Ana María Matute, Maruja Torres, Antonio Muñoz Molina, José Luis Sampedro, Camilo José Cela, Francisco Umbral, Gonzalo Torrente Ballester, Pere Gimferrer o Carmen Posadas, entre muchos nombres propios, poco lejos hubiera llegado en el mundo de la edición quien fuera corista en los espectáculos de cuplé de Celia Gámez y jamás se levantaba de la cama antes de las once de la mañana, según confesión propia. Y, desde luego, los miles de trabajadores anónimos que corrigieron, imprimieron, repartieron, divulgaron y vendieron los millones de ejemplares.

De las editoriales consideradas independientes, mejor callar, ya que los mitos desvarían. Por no tener, ni siquiera tenemos un estudio (aunque sea periodístico) fiable sobre el fenómeno. Algo parecido a "Pasando página", José Luis Vila Sanjuan (Destino, 2003). Así que para qué vamos a rebatir.

Aún recuerdo cuando Gustavo Bueno nos decía: desconfíen de la proposición griega -autós y de sus derivados: autonomía, autodeterminación, autoregulación, automóvil... Ya que todos son engañosos: nada prospera sin ayuda de los demás.

Etiquetas: , ,

3 Comenta:

Blogger Burne von der Quelle dijo...

El gran descubrimiento de Hegel: la reflexión (el "autós") necesita la mediación (los otros). No el yo, sino el nosotros, es lo verdadero. ¡Ay, toda esa mitología del emprendedor legitimadora de esta plutocracia!

1:30 p. m.

 
Blogger Unknown dijo...

Y cómo los plutócratas usan el lenguaje como herramienta de dominio.

El funcionario frente al emprendedor; el ganador contra el perdedor; el inversor frente al ahorrador; el empresario frente el empleado.

Por no hablar de términos parapoliciales, de los que hemos hablado tantes veces, como "los agentes sociales" (como llaman a los sindicatos y al lobbie de empresarios). O esos inventos, creo que de origen anglosajón, para justificar la riqueza y hacerla apetecible como "la lista Forbes" de los mayores millonarios.

¿Te extraña algo que la liga de fútbol española la patrocine el banco BBVA, o que el fichaje de Cristiano Ronaldo, con el aval de dos entidades financieras españolas que han prestado a crédito el coste de su carísimo fichaje, haya sido una operación de imagen mundial del Banco portugués Espirito Santo?

¡Y nos sentimos tan impotentes para invertir este espejismo...!

11:05 a. m.

 
Blogger Unknown dijo...

Hablando de CR9, es un fenómeno nuevo y por analizar.

CR9 es joven, millonario, de tez más blanca que oscura, hermoso y triunfador. Sin embargo, cuando juega fuera del Bernabéu, el público le insulta y le abuchea. Los periodistas deportivos, embebidos de su idiotez, piensan es que porque hace filigranas con el balón. En realidad, CR9 no tiene la habilidad en los pies de Messi o Maradona, ni mucho menos. Sus bicicletas y malabares son cohetería. Lo que más vale de su juego es la explosión de arrancada, el disparo, la decisión y la potencia en carrera.

Y claro, hay otras posibilidades. El que su carácter caiga mal a la mayoría de aficionados porque le ven como un hombre prepotente. Al Goirigolzarri o al Francisco González no se les puede abuchear, porque esta gente va a su despacho y no hace su trabajo en público. Pero confundir a CR9 con ejecutivo que gana bonus a costa del dinero de todos es fácil. La prensa deportiva y la del corazón y la publicidad del Banco Espirito Santo ya nos dejaron claro que se había fichado algo distinto a un jugador de fútbol, más parecido a una fusión entre multinacionales.

No sé si los gritos irán por ahí...

11:17 a. m.

 

Publicar un comentario

<< Home